Calambur de Quevedo
óleo sobre lienzo 130 x 97 cm

La obra se inspira en la anécdota atribuida a nuestro literato universal Francisco de Quevedo.
En cierta ocasión, invitado a la corte de Felipe IV por la segunda consorte del rey, Mariana de Austria, Quevedo tuvo el atrevimiento de aludir a la ostensible cojera de la reina mediante un calambur. Esto, es una figura retórica que agrupa las sílabas de las palabras de una forma en la que adquieren un significado totalmente distinto. Francisco de Quevedo, como mente brillante del Siglo de Oro Español, dominaba a la perfección este recurso estilístico y ofreciendo flores distintas en cada mano, saludó a la reina de la siguiente forma: “Entre el clavel blanco y la rosa roja, su majestad ES COJA”.
Me he permitido la licencia de cambiar esos claveles por rosas puesto que Mariana de Austria no se instaló en la corte española hasta 1649 y Quevedo falleció en 1645, con lo que esta anécdota carece de rigor histórico. Sin embargo es lo suficientemente poderosa como para perdurar en el imaginario de nuestra sociedad actual..

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